Azerbaiyán prosigue su ofensiva en Nagorno Karabaj con apoyo de Turquía

El Ejército azerbaiyano continuó ayer su progresión en su ofensiva lanzada el domingo por la mañana contra los combatientes separatistas del enclave de Nagorno Karabaj, territorio perteneciente «de iure» a Azerbaiyán, pero controlado de hecho por Armenia desde hace ya 30 años. Y cada vez parece más evidente que esta vez, a juzgar por la envergadura de la operación y el carácter de las fuerzas empleadas, no se trata de escaramuzas esporádicas, sino de una acometida en toda regla para recuperar el disputado enclave.

En mitad del cruce habitual de acusaciones entre Ereván y Bakú, amenazas y cruentos combates sobre el terreno, en donde los muertos se cuentan ya por decenas en ambos bandos, Turquía, actor crucial en esta disputa, se ha pronunciado y de forma categórica. Lo ha hecho su presidente, Recep Tayyip Erdogan, llamando a acabar con la «ocupación» armenia de Nagorno Karabaj.

«Llegó la hora de que esta crisis que comenzó con la ocupación de Nagorno Karabaj llegue a su fin. Cuando Armenia haya abandonado el territorio que ocupa, la región recuperará la paz y la armonía», afirmó ayer Erdogan en Ankara en un discurso televisado, dejando claro cuál es el verdadero propósito en el momento actual del líder azerbaiyano, Ilham Alíev.

Para el presidente turco, que ha deplorado que el Grupo de Minsk, presidido por Rusia, Estados Unidos y Francia, no haya sido capaz de resolver el contencioso en 30 años, «cualquier otra demanda o iniciativa no solo sería injusta e ilegal, sino que significaría seguir mimando a Armenia». Según sus palabras Azerbaiyán «se ha visto forzado (…) a saldar cuentas y a resolver el problema por sus propios medios».

Por su parte, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, sugirió sin precisar que Armenia está empleando «mercenarios y terroristas llegados del extranjero» en su lucha contra Azerbaiyán. «¿Dónde han estado durante treinta años los que ahora piden un alto el fuego inmediato, diálogo y solución pacífica?», se preguntó también Akar ante las cámaras del canal NTV. Y añadió, también sin mayor aclaración en cuanto a la forma con la que piensan ayudar, que «hoy estaremos junto a nuestros hermanos azerbaiyanos en la defensa de sus tierras».

Pero Rusia, aliada histórica de Armenia y principal potencia en la zona, pese a haber exigido un alto el fuego inmediato y la reanudación del diálogo, parece no desear una colisión con Turquía. En su habitual encuentro con los periodistas, el portavoz de la Presidencia, Dimitri Peskov, dijo ayer que «Rusia está en pleno contacto con Ankara. Ha habido conversaciones a través de los ministerios de Exteriores». «Todos los países deben ahora aunar esfuerzos para lograr parar los enfrentamientos sin la menor dilación», manifestó Peskov.

A su juicio, «es muy importante detener las hostilidades, no hay tiempo ahora para ponerse a dilucidar quién tiene la culpa y quién no» e hizo referencia a la pertenencia de Rusia al Grupo de Minsk y a las «buenas relaciones» que mantiene con Armenia y Azerbaiyán, factor que, según él, pone en valor el papel de Moscú como mediador en el conflicto. El presidente Putin pidió el domingo el cese inmediato de las hostilidades como también lo ha hecho EE.UU. y la UE.

Ayer lunes fue el segundo día de enfrentamientos armados entre tropas azerbaiyanas y karabajíes. Al igual que el domingo, los ministerios de Defensa de Armenia y Azerbaiyán volvieron a difundir vídeos de tanques alcanzados por el fuego de misiles y drones. Por el momento, nadie ha ofrecido imágenes de combates cuerpo a cuerpo. Los ataques azerbaiyanos se efectúan con misiles, tanques, artillería y aviación. Los armenios emplean artillería, morteros y cohetes antitanque.

Importantes bajas

Ambas partes hablan de «decenas» de muertos y heridos, tanto civiles como militares. Bakú en concreto, asegura haber aniquilado a 550 soldados armenios mientras Ereván sostiene que han acabado con 200 efectivos azerbaiyanos. Armenia confirmó ayer la muerte de 59 de sus militares en los dos días de combates, pero Azerbaiyán no ha facilitado todavía el número de sus bajas.

Todo comenzó el domingo sobre las siete de la mañana. Las autoridades de Nagorno Karabaj informaron del bombardeo de Stepanakert, la capital del enclave, desde múltiples lanzaderas de cohetes. En Bakú, dijeron que estaban llevando a cabo una operación militar en respuesta al bombardeo de su territorio desde el territorio en disputa.

El presidente de Armenia, Armén Sarkisián, declaró ayer que «Turquía está ayudando a Azerbaiyán en su ofensiva en Nagorno Karabaj con asesores militares, mercenarios y aviones de combate F-16», afirmaciones que niegan en Bakú. Según Sarkisián, «hace 105 años, el Imperio Otomano perpetró un genocidio con los armenios y ahora no podemos permitir que se repita lo mismo». En declaraciones a la radio Eco de Moscú, el embajador armenio en Rusia, Vardán Toganián, aseguró que Turquía está enviando a luchar a Nagorno Karabaj a «mercenarios reclutados en Siria». A este respecto, Toganián expresó el deseo de que Rusia les ayude «a buscar una salida al conflicto» e incluso no descartó la posibilidad de solicitar que Moscú les suministre más armas.

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Fuente: ABC