Poco antes de la media noche y por unanimidad, el Tribunal Supremo de Israel dio luz verde dio luz verde a los planes de Benjamín Netanyahu de repetir como primer ministro y formar un gobierno de unidad con Benny Gantz. Después de dos días de vista, los once magistrados indicaron que no existe una «justificación legal para impedir que Netanyahu forme un gobierno en Israel y siga siendo el primer ministro a pesar de los cargos que pesan en su contra». Sobre el complejo pacto de gobierno, por el que Netanyahu y Gantz dirigirán el gobierno de forma rotatoria y enmendarán varias leyes, el Supremo admitió que plantea «dificultades significativas» y lo calificó de «problemático», pero decidió no intervenir «por el momento».
El Likud y «Azul y Blanco», coalición que lidera Gantz, aplaudieron la decisión de la Justicia y superado el trámite del Supremo anunciaron que hoy llevarán ante el parlamento las enmiendas recogidas en su acuerdo. Los dos partidos apuntaron al próximo miércoles como la fecha probable para la jura del nuevo Ejecutivo que pondrá fin a más de un año de interinidad en el país.
Organizaciones ciudadanas y un partido político, Yesh Atid, formación que estaba dentro de la coalición «Azul y Blanco», presentaron ocho denuncias para intentar frenar los planes de Netanyahu, pero el fallo del Supremo fue contrario a sus intereses. El calendario político de Israel avanza y también el judicial, que tiene el 24 de mayo como día escogido para que comience el juicio contra Netanyahu por tres delitos de corrupción. El líder del Likud comparecerá desde una posición de fuerza, como el primer ministro con más tiempo en el cargo del país, para intentar defender su inocencia.
Tres delitos pendientes
Después de tres años de investigaciones, el fiscal general, Avijai Mandelblit, anunció en noviembre su decisión de imputar a Netanyahu por los delitos de soborno, fraude y abuso de confianza. Los casos contra Netanyahu son los conocidos como «Caso 1000», en el que será imputado por fraude y violación de confianza por recibir regalos por un valor de unos 180.000 euros de empresarios millonarios de Hollywood, a cambio de favores. El «Caso 2000», en el que le imputan también por fraude y violación de confianza debido a la conspiración con el dueño del diario «Yedioth Ahronoth» a cambio de obtener una cobertura favorable. El último caso en explotar, y el más grave, es el «Caso 4000», en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de confianza tras presionar para garantizarse una cobertura informativa favorable para él y su mujer a Walla, portal de noticias propiedad de Shaul Elovitch, principal accionista de Bezeq, el gigante de las telecomunicaciones en el país. A cambio, le habrían ofrecido favores gubernamentales en forma de regulaciones que reportaron millones de dólares a su compañía. En total se enfrenta a penas de más de diez años de prisión.
Fuente: ABC
