Emoción y lágrimas en el funeral de Estado para despedir al presidente del Parlamento Europeo

Con profunda conmoción y dolor Italia ha despedido a David Sassoli (Florencia, 1956), presidente del Parlamento Europeo, fallecido el pasado martes en el hospital oncológico de Aviano. Sassoli logró el milagro de reunir en torno a su féretro incluso a los opuestos, a todo el arco parlamentario. La imagen de unidad nacional ha estado representada en el funeral de Estado que se ha celebrado en la basílica de Santa María de los Ángeles en Roma, a donde llegó el ataúd con una bandera europea posada encima, ante la presencia de las primeras autoridades italianas y europeas, entre ellos el presidente de la República, Sergio Mattarella, el jefe del Ejecutivo, Mario Draghi; ministros del Gobierno, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, visiblemente emocionada; y líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

En la homilía, el cardenal de Bolonia, Matteo Zuppi, amigo del presidente del Parlamento Europeo desde los tiempos del liceo romano, le ha dedicado palabras conmovedoras, que transmitían el sentimiento de la vida que compartieron:

«Muchos lo consideraban uno de los nuestros por su aire empático. David fue un compañero de clase para todos, aquel que todos hubiéramos deseado. Por eso sirvió a Europa. David nos ayuda a mirar al cielo, al que siempre lo ha buscado, como cristiano convencido». El cardenal Zuppi concluyó haciendo referencia a la sonrisa de David Sassoli, que era la primera cosa que llamaba la atención, una sonrisa que en todo momento mantenía transmitiendo una natural empatía: «Que tu sonrisa nos recuerde siempre que hay que buscar la felicidad y construir la esperanza», dijo el cardenal.

El funeral se ha concluido con palabras emocionadas de colegas, amigos y de sus hijos, Giulio y Livia. Su mujer Alessandra. Giulio resumió su enseñanza con tres palabras: dignidad, amor y pasión, por el trabajo y por las personas. Especialmente emotiva la despedida de Alessandra, que hizo llorar a muchos: «Te hemos dividido y compartido con muchos, pero nosotros, la familia, era tu punto firme de referencia. Sin ti, será durísimo. Pero nos has demostrado que nada es imposible».

Ola de afecto

La muerte del presidente del Parlamento Europeo ha despertado una ola de estima y afecto. Miles de personas le rindieron homenaje ayer y hoy, desfilando en la capilla ardiente, que se instaló en el ayuntamiento de la capital. Llamó la atención la multitud de romanos que hicieron larga cola para darle el último adiós a una persona amada por el hombre de la calle, al que veían como ejemplo de un político «noble, sencillo, honesto, leal, con principios y valores, dialogante, una buena persona», según confesaba la gente a la salida de la capilla ardiente.

La amplitud, emoción y el gran eco que su muerte ha tenido en Italia y en el resto de Europa podría deberse en parte al impacto que ha podido suscitar la desaparición de una persona joven, a los 65 años, que muere mientras desempeñaba el cargo, por su rango, más elevado entre todas las autoridades de la Unión Europea, sin olvidar que era una figura popular por sus años como periodista presentador de notable credibilidad en el telediario de referencia de la RAI. Pero, más allá de esos detalles, la gente supo captar que David Sassoli era una persona alejada de un mundo político cínico, maquiavélico, retorcido y vanidoso que mira a sus propios intereses. «La gente tiene su propia sabiduría y se da cuenta cuando uno es sincero. Saben distinguir entre políticos y políticos», comentó el exministro Graziano Delrio, del Partido Democrático, viendo la cola de romanos que se acercaron a la capilla ardiente para despedir a David Sassoli, miembro también del PD, que se formó en la corriente de católicos democráticos y en el asociacionismo católico.

Clima extraordinario

El homenaje de todo el arco parlamentario a Sassoli ha sido unánime. El clima de armonía y concordia ha sido extraordinario, en contraste con la tensión y división que vive estos días la clase política, cuando faltan solo nueve días para que empiecen en el Parlamento las votaciones para elegir al sucesor del presidente Sergio Mattarella, que concluye su mandato de siete años el próximo tres de febrero. La unanimidad en los elogios ha sido inusual en la política italiana. En este sentido, cabe destacar la declaración de la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, muy distante de las posiciones políticas de David Sassoli: «Tenía posiciones muy diferentes a las nuestras, pero no tenía prejuicios. Sassoli supo defender sus posiciones con una sonrisa. Era una muy buena persona, un oponente leal, un hombre honesto. Hemos perdido a un oponente formidable, porque es capaz y leal, hemos perdido algo precioso», dijo Giorgia Meloni.

Testamento

El último adiós de Europa será el próximo lunes en Estrasburgo, con Mario Draghi, el presidente francés Emmanuel Macron y otros líderes europeos. Grande es la herencia que deja como europeísta convencido. «Para él la política tenía que ser para el bien común. Por eso quería una Europa unida, y sirvió para que las instituciones funcionaran. No ideologías sino ideales, no cálculos sino una visión», recordó el cardenal Zuppi. Palabras que son testamento y manifiesto para la nueva Europa que él ayudó a construir. El ex primer ministro y excomisario europeo, Mario Monti, ha recordado que «sin su acción, que desarrolló sin hacer ostentación ni reivindicarla públicamente, no habríamos tenido el Plan de reconstrucción europeo».

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Fuente: ABC