En el PT confirman la candidatura de Lula pero hay diferencias en la estrategia electoral

Un sector del PT quiere un perfil radicalizado que contraste con Bolsonaro pero en el lulismo no descartan moderarse para sumar indecisos.

La confirmación de la Corte Suprema de Justicia de Brasil de la anulación de las condenas contra Lula y la recuperación de sus derechos políticos es una victoria para el Partido de los Trabajadores en medio de la crisis sanitaria y social que vive el gobierno de Jair Bolsonaro.

En el entorno del ex presidente confirman que Lula será candidato en 2022 pero hay diferencias en torno al perfil que debe adoptar de cara a los comicios. La discrepancia central no es el eje sino el tono.

Una alta fuente del directorio nacional del PT dijo que “hay presiones externas e internas para llevar la campaña al centro pero la realidad indica que hay debe reforzarse una agenda de izquierda”.

Lula va oscilando entre un discurso que busca tender puentes de diálogo con sectores de centro, militares y empresarios para reconstituir la base de apoyo que tuvo en sus tiempos como presidente y una narrativa de confrontación en donde acusa a Bolsonaro de fascista y genocida.

Un compañero de ruta de larga de data de Lula planteó que “es demasiado pronto para definir el eje de la campaña, depende de la inestabilidad y agravamiento de la crisis social e institucional”.

Sobre el perfil que tiene que adquirir la candidatura de Lula sostuvo que “la cuestión no está solo en cómo derrotar al gobierno sino en vencer a la centro-derecha porque Bolsonaro no puede subestimar al candidato de derecha anti-bolsonarista”.

Este punto es importante para definir el perfil de la estrategia electoral, ya que, según las últimas encuestas de Data Poder 360, Lula vencería en segunda vuelta a Bolsonaro por amplia diferencia pero también Luciano Huck, ex conductor de televisión que suena como candidato para una opción de derecha no bolsonarista que apuesta a que la caída de Bolsonaro lo deje fuera del balotaje.

Por otra parte, un dirigente del PT que defiende la teoría la moderación señaló a LPO que “no hay margen para radicalizarnos cuando Bolsonaro está la defensiva y aferrado solo en su núcleo duro. Tenemos que volver a construir el lulismo para evitar el crecimiento de una tercera vía y recuperar la normalidad institucional”.

La profundización de la crisis de Bolsonaro será determinante para la configuración del escenario de los próximos meses. La recientes salidas de funcionarios de peso, el cambio de la cúpula militar, las tensiones con la Corte y la puesta en funcionamiento de una comisión para investigar el accionar del gobierno en la crisis sanitaria muestran un presente muy complejo para Bolsonaro.

No hay margen para radicalizarnos cuando Bolsonaro está la defensiva y aferrado solo en su núcleo duro.

Ante esto, el bolsonarismo lanzó una campaña en redes con el lema “Vou pra guerra com Bolsonaro” impulsado especialmente por sus hijo con el objetivo de abroquelar al tercio del electorado que sigue apoyando al presidente.

Lula sabe que los ejes de preocupación de la población no son la corrupción, la seguridad y el enojo con la clase política como en 2018 sino que pasa por los efectos de la pandemia y por eso pone el énfasis en la defensa de la ciencia y la vacunación y la defensa del empleo y las política para combatir la pobreza.

Lo que resta definir, y es lo que debate internamente el PT en estos momentos, es el tono y los esfuerzos para sumar indecisos y construir puentes con sectores del mercado y el establishment que dejaron de confiar en el gobierno actual. Los debates son acalorados pero de todos los sectores coinciden en que “el terminará decidiendo que hacer es Lula”.

Fuente: Primeras Lineas