La carrera por la sucesión de Merkel perjudica a la CDU en las encuestas

Hasta ahora conocemos tres candidatos a suceder a Merkel al frente de la CDU y luchar por la Cancillería en las próximas elecciones alemanas: por un lado, tenemos a Friedrich Merz, el candidato de la patronal y que promete hacer girar el partido hacia la derecha, y a Armin Laschet y Norbert Röttgen, los dos hombres que prefiere la estructura y que se presentan como una opción más moderada y continuista, posiblemente condenados a entenderse. Pero la lista es mucho más larga. Según publican hoy los periódicos del grupo Funke, hay un total de 16 candidatos inscritos. Esos 13 desconocidos han solicitado ante el partido figurar como candidatos en el congreso extraordinario que la CDU celebrará el 25 de abril y no se han dado a conocer al público. A menos que nos espere una gran sorpresa, son candidaturas menores que se sumarán a las principales llegado el momento y a cambio de prerrogativas pactadas. «Entre ellos hay mujeres», asegura el grupo Funke, sin dar nombres.

A mes y medio del congreso extraordinario, Merz lleva la delantera en los sondeos. Según la última encuesta Deutschlandtrend, publicada por la televisión pública ARD, el 35% de los alemanes cree que es el mejor candidato para la CDU. El 24% de los encuestados se decanta por Laschet y solo el 12% por Röttgen. Si estos dos últimos fusionasen sus candidaturas y esta encuesta no fuese demasiado desencaminada, podrían todavía hacer competencia a Merz. Sólo el 13% opina que no debería ser ninguno de esos tres candidatos, por lo que las posibilidades para cualquiera otro de los inscritos parecen mínimas.

Esta encuesta, realizada los pasados lunes y martes a 1.002 personas, desglosa además las respuestas y acota las preferencias de los votantes de la CDU. En el bloque específico, tanto Merz como Laschet tienen algo más de aprobación: el 40% considera a Merz el líder del partido correcto, el 32% prefiere a Laschet y Norbert Röttgen obtiene 13%. Sin embargo, Friedrich Merz es mucho más popular que entre los partidarios del liberal FDP y de la extrema derecha AfD, lo que significa que en unas elecciones generales, tendría más potencial de recuperación de voto perdido. Siete de cada diez partidarios del FDP (69%) se muestran de hecho dispuestos a votar a Merz en las generales. El 60% entre los partidarios de AfD.

Trasladar estos sondeos a la realidad electoral, sin embargo, no va a resultar nada fácil. Para empezar el coronavirus ha entrado en la realidad social y política de Alemania como elemento inesperado y en su gestión están implicados varios cargos gubernamentales que podrían tener que dar cuenta en las urnas. Y además, la situación humanitaria de los refugiados atrapados entre Grecia y Turquía ha devuelto el asunto a la campaña, como elemento que parecía superado y cuyo efecto es todavía incalculable. Merz y Röttgern se han lanzado a defender el cierre total de fronteras, mientras Laschet guarda silencio. Los recientes ataques xenófobos y antisemitas han servido de revulsivo entre parte de los votantes conservadores que habían entregado su papeleta o que coqueteaban discretamente con AfD. El 86% de los votantes de la CDU considera hoy que el cordón sanitario establecido por la CDU con respecto a ese partido es correcto y solo el 12% estaría dispuesto a aceptar una colaboración política, de lo que se deduce que los acercamientos estratégicos que pueda hacer Merz a los planteamientos de AfD tienen que ser muy medidos. El 54% de los votantes de la CDU consideran, por cierto, que el cordón sanitario respecto al partido radical Die Linke (La izquierda) es correcto, mientras que el 38% piensa que no está bien colaborar con este partido, surgido de una escisión radical del Partido Socialdemócrata (SPD) y de antiguos miembros del Partido Comunista de la RDA que pasaron a esta formación tras la caída del Muro de Berlín sin por ello renunciar a sus antiguos postulados comunistas.

A la espera de ue la CDU designe presidente y candidato electoral, en todo caso, sus posibilidades se han visto claramente debilitadas por la crisis de liderazgo. Según el «Politbarometer» de la ZDF, publicado esta mañana y con 1.276 entrevistas realizadas entre el mares y el jueves, si las elecciones fuesen este domingo solo el 26% de los votantes confiaría en el partido conservador, 1% menos que en febrero, mientras que Los Verdes obtendían el 23%, el SPD el 16% y AfD el 14%. El último partido sería Die Linke con el 8%. La única posibilidad de formar gobierno sería una coalición entre la CDU y Los Verdes, como la que ensaya ya en Viena el popular Sebastian Kurz y que está llevando con impensable entendimiento cuestiones como la gestión de refugiados en la frontera griega o las políticas contra el cambio climático.