Londres vende armas a Kiev pero evita la ruta corta: los cielos de Alemania

El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, ha proporcionado sistemas ligeros de defensa antitanque y perforantes de blindaje a Ucrania para mejorar sus capacidades de defensa en caso de una invasión rusa. Wallace no ha especificado la cantidad, el tipo de armas, ni la ruta que siguieron hasta llegar a manos de su homólogo ucraniano, Anatoly Petrenko, pero según un informe del UK Defense Journal, la operación logística de traslado del armamento se complicó bastante debido a los problemas que pusieron las autoridades alemanas. A pesar de la naturaleza defensiva del equipo, los aviones británicos tuvieron que hacer cambios significativos de ruta para evitar el espacio aéreo alemán a causa de la oposición del Gobierno de Berlín a prestar su cielo a tal efecto.

El portal reveló la sorprendente ruta de vuelo que se vieron obligados a seguir los aviones de transporte británicos C-17 a través del Mar del Norte, después a través de Dinamarca y Polonia, para aterrizar finalmente en suelo ucraniano.

El portavoz del Ministerio alemán de Defensa, Christian Thiels, ha confirmado que las autoridades británicas aliadas no obtuvieron permiso para atravesar el espacio aéreo alemán. «Aunque existe un permiso básico para vuelos militares entre aliados, este se limita al transporte de ciertas mercancías», ha explicado, «los británicos no solicitaron ese permiso especial, no puedo decir por qué, eso habría que preguntárselo a Londres, pero yo plantearía que, si miras el mapa de Europa, tienes que verificar por qué países vas a volar para establecer la ruta más directa y hacer los trámites necesarios».

En saco roto

La burocracia y multiplicación de permisos entre aliados no parece la forma más efectiva de afrontar una amenaza militar. El Ministerio de Defensa británico ha confirmado por su parte que no cursó solicitudes de acceso, a pesar de que ya no pertenece a la UE, y ha lamentado las reticencias alemanas a mezclarse con cualquier traslado de armas a Ucrania, reticencia que ha sido después verificada por el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit: «Alemania no suministra a Ucrania armas letales». De nada sirve que Londres insista en que son ‘armas defensivas’. El asunto toca delicadas cuestiones históricas y cuestiones existenciales a para alguno de los partidos que forman la ‘coalición Semáforo’ que gobierna en Berlín.

Las autoridades de Kiev han pedido repetidamente a Alemania que abandone su política de negarse a suministrar armas a Ucrania ante la amenaza rusa, pero esa posición fue reafirmada durante una visita a Kiev esta semana de la ministra de Exteriores del nuevo Gobierno alemán, Annalena Baerbock. A mediados de diciembre del año pasado, en una entrevista con el Financial Times, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, ya lamentó que Alemania hubiera impedido que el Ejército ucraniano comprase armas bajo el paraguas de la OTAN en los últimos meses y nada parece haber ablandado a Baerbock al respecto, a pesar de que reconoce el «peligro de guerra inminente».

Esconderse en la historia

Tras esta tajante negativa se esconde el texto del acuerdo para formar la vigente coalición de gobierno entre socialdemócratas liberales y verdes, que contiene el compromiso de una política restrictiva de exportación de armas y que no permite entregas de armamento a regiones en crisis. «La idea de que Alemania suministre armas que después puedan usarse para matar a rusos es muy difícil de digerir para muchos alemanes», explica Marcel Dirsus, del Instituto de Política de Seguridad de la Universidad de Kiel, que se remite a la huella que ha dejado en la moral pública alemana la invasión de Rusia por parte de Hitler .

El embajador de Ucrania en Berlín, Andrij Melynk, tiene respuesta para cada una de estas objeciones y llama a Alemania a no esconderse tras su historia para no dar respuesta efectiva a la situación actual. «Ese sentido de responsabilidad debe aplicarse al pueblo ucraniano, que perdió al menos ocho millones de vidas durante la ocupación nazi», dice, y recuerda que «el texto del pacto de coalición no es la Biblia». También ha señalado que el derecho alemán contempla la ‘omisión de auxilio’ como un delito y que «este mismo principio básico se aplica en las relaciones internacionales».

Melynk concreta que «necesitamos principalmente buques de guerra alemanes, que se encuentran entre los mejores del mundo y que necesitamos urgentemente para la defensa de la larga costa de los mares Negro y Azov, además de sistemas de defensa antiaéra de última generación que las compañías alemanas están fabricando actualmente». «Por lo tanto, hacemos un llamamiento al Gobierno alemán, y en particular a la ministra de Defensa, para que ayuden urgentemente a Ucrania con las armas defensivas necesarias». «Este es un imperativo moral y humano», insiste el embajador, «especialmente en un momento en el que Europa y el mundo se encuentran ante el mayor peligro de una gran guerra en el centro de Europa desde 1945».

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Fuente: ABC