Perú en llamas La triple crisis de Perú sanitaria, económica y política

Este reciente cisma político es el último capítulo del ya irreconciliable y fratricida enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo, donde la oposición busca ahora dar, en plena pandemia y crisis económica, un golpe de efecto para desbancar a Vizcarra y hacerse con el poder, aunque sea de manera interina.

Pese a los rumores que desde hacía semanas circulaban sobre las intenciones de que el Congreso buscaría la destitución del presidente, nadie esperaba este movimiento tan extremo y desestabilizador cuando el país está sumido en controlar el coronavirus y reactivar su maltrecha economía.

El motivo para hacerlo fueron unas grabaciones secretas hechas al presidente que demostrarían, según la oposición, que mintió sobre sus vínculos con el cantante Richard “Swing”, al que se investiga por el dinero que recibió en contrataciones del Ministerio de Cultura desde que Vizcarra está en la Presidencia.

De momento, el juicio político abierto en el hemiciclo a Vizcarra parece que va camino al fracaso pero la incertidumbre se mantendrá hasta por lo menos el viernes, día en el que está programada la sesión del pleno extraordinario del parlamento para debatir la continuidad del presidente.

Vizcarra solo podrá respirar tranquilo cuando acabe la votación clave con menos de 87 votos a favor, el mínimo necesario para destituirlo por “incapacidad moral permanente”.

A su favor está el aparente apoyo popular, pues la población se ha manifestado en contra del proceso de destitución con repetidos cacerolazos en barrios de Lima, nueva muestra de la gran simpatía que genera en sus enfrentamientos contra el Congreso, donde el Gobierno no tiene representación oficialista.

Además, la idea de “complot contra la democracia” lanzada Vizcarra para defenderse del ataque cobró fuerza al conocerse las llamadas que el presidente del Congreso, Manuel Merino, el principal beneficiado en caso de que la oposición logre su cometido, pues asumiría la jefatura del Estado, llamó en privado a las Fuerzas Armadas.

FUERZAS ARMADAS INVOLUCRADAS

Ese sábado se supo que Merino trató de involucrar a las fuerzas armadas en esta maniobra política, según el Ejecutivo para obtener su apoyo en caso de que prosperase el juicio político y él alcanzase el sillón presidencial.

Aunque Merino aclaró que solo fue una llamada para transmitir “calma”, la duda ya quedó sembrada y su partido Acción Popular perdió a importantes aliados que le habían ayudado a abrir el juicio político un día antes.

Este domingo se conoció que el empresario César Acuña, líder del partido Alianza para el Progreso (APP) cambió de parecer en apenas 24 horas y anunció que su grupo votaría en contra de la destitución de Vizcarra pese a que los 22 congresistas votaron el viernes a favor de abrir el juicio político.

Fuente: Periódico Lea