Ron DeSantis, el trumpista que amenaza con hacer sombra a Trump

Ronald Dion DeSantis (Jacksonville, 1978) era prácticamente un desconocido cuando a finales de 2017 Donald Trump, todavía en su primer año en la Casa Blanca, sacudió la carrera electoral a gobernador de Florida apostando por este abogado, veterano de Irak y diputado que le había mostrado claras simpatías. «El congresista Ron DeSantis es un joven líder brillante, [formado en] Yale y luego en Derecho en Harvard, que sería un gran gobernador de Florida. ¡Él ama nuestro país y es un auténtico luchador!», escribió Trump en la que era su herramienta de comunicación favorita, Twitter.

Le acababa de ver bregarse con desenvoltura en la cadena Fox News, defendiéndolo con firmeza frente a la investigación sobre una supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016 a cargo del fiscal especial Robert Mueller.

Además, según la web Politico, ese mes habían viajado juntos en el Air Force One para un acto en Pensacola donde el presidente le habría dicho: «Tú eres mi hombre». Tras recibir el respaldo de Trump, DeSantis se disparó en las encuestas para las primarias republicanas en Florida, superando al hasta entonces favorito, Adam Putnam, al que derrotaría con claridad en la votación interna.

Remedando a su admirado mentor cuando arremetía contra el ‘establishment’ de Washington, el candidato prometía «drenar la ciénaga de Tallahassee», la capital de Florida. Con ese lema se impuso por estrecho margen en la elección final a gobernador, en noviembre de 2018, al demócrata Andrew Gillum, de raza negra, al que DeSantis había criticado utilizando una expresión, ‘monkey this up’, que sus detractores interpretaron como una alusión racista.

Ya como gobernador de Florida, uno de los estados con mayor peso en las elecciones presidenciales, DeSantis se convirtió en una de las figuras más destacadas del trumpismo, adhiriéndose fielmente a su ideario, pero con un estilo más fresco y jovial.

Durante la pandemia se ha destacado por su ferviente oposición a las restricciones a la población, llegando a prohibir a las escuelas que impusieran a los alumnos la mascarilla de forma obligatoria y a retener fondos públicos de aquellas que lo hicieran.

La derrota frente a Biden

Esta política laxa frente al Covid llevó a decidir trasladar al estado del sol los actos de la convención republicana de 2020 para proclamar a Donald Trump candidato a la reelección, después de que en el lugar escogido inicialmente, en Carolina del Norte, el gobernador demócrata estableciera limitaciones de aforo que impedían un evento multitudinario. No obstante, en el último momento el entonces presidente canceló los actos en Florida debido al recrudecimiento de la pandemia en EE.UU., que registraba un millar de muertos diarios.

Tras la derrota de Trump en las elecciones de 2020 frente a Joe Biden, Ron DeSantis no se sumó abiertamente a las denuncias de fraude del expresidente, si bien ha criticado la utilización demócrata del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y en su estado ha impulsado normas para reforzar «la seguridad» de las elecciones, incluso con una fuerza policial ‘ad hoc’.

El gobernador floridano, que aspira a repetir en el cargo en las elecciones que se celebran este año en el estado, ha ido ganando puntos como posible alternativa a Donald Trump en la candidatura republicana para las presidenciales de 2024. El liderazgo del antiguo mandatario sigue siendo indiscutible, pero las encuestas sitúan a DeSantis primero entre el resto de hipotéticos aspirantes.

Incógnitas para 2024

Medios estadounidenses han apuntado en los últimos días los recelos que el ascenso de la nueva estrella republicana estaría despertando en Trump, quien precisamente reside en la soleada costa de Florida desde que dejó Washington. Según ‘The New York Times’, se queja a amigos y visitantes en su mansión de Palm Beach de que DeSantis no haya descartado públicamente presentarse a las elecciones en 2024 si lo hace él, al tiempo que recuerda que sin su apoyo nunca habría salido del anonimato en política.

Pero también las diferencias entorno a la respuesta a la pandemia y a la vacunación alimentan la impresión de que entre ambos se ha abierto una cierta brecha. DeSantis se ha negado a revelar su grado de inmunización por considerarlo una cuestión privada en la que cada cual toma sus propias decisiones. En cambio Trump, que en su momento impulsó un programa para adquirir cientos de millones de dosis, ha reconocido en público que se ha puesto la de refuerzo y ha cargado contra los políticos «sin agallas» que evitan responder si se han inoculado por temor a la reacción de los antivacunas, lo que se ha interpretado como un ataque directo a DeSantis.

Este además ha confesado en el podcast conservador ‘Ruthless’ que si pudiera cambiar una decisión como gobernador, habría expresado «mucho más alto» su oposición a las indicaciones de quedarse en casa de Trump poco después de desatarse la pandemia en 2020. Y añadió que le pidió en aquella época a que paralizara los vuelos desde China, pero que nunca pensó que el virus «llevaría a cerrar el país».

Tras la avalancha de informaciones sobre el aparente distanciamiento entre los dos, en los últimos días se han mostrado en sintonía para negarlo. Trump ha dicho que se trata de «noticias falsas» y que mantiene «muy buena relación» con el gobernador de Florida y un portavoz de DeSantis las ha calificado como un mero «relato fabricado por los medios» durante «la peor semana de la presidencia de Biden».

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Fuente: ABC