Un gigante empresarial hispano, en la diana de la izquierda de EE.UU. por alabar a Trump

En los supermercados de Nueva York y de cualquier ciudad de EE.UU. con población hispana, el corsé racionalista de los pasillos -organizados por productos- tiene una excepción: la zona de Goya. Allí se juntan los botes de sazón, los tarros de aceitunas, las galletas maría, el arroz amarillo, los tarros de sofrito preparado y, ante todo, sus muchas variedades de legumbre, en bote y seca. Goya, la mayor empresa de alimentación hispana de EE.UU., y con mucha presencia también en el Caribe y en países hispanoamericanos, es un símbolo identitario de la comida latina.

Ahora, la empresa, creada por un inmigrante español a mediados del siglo XX, es objeto de un boicot azuzado por la izquierda de EE.UU. y que busca que los hispanos rechacen una marca que tiene el aroma de los platos de cuchara que hacían sus abuelas. En la polarización extrema que vive EE.UU., hasta los alubias son políticas. La razón: su consejero delegado, Robert Unanue, nieto del fundador, se atrevió a hablar bien de Donald Trump.

Ocurrió el jueves en una recepción en la Casa Blanca y en pocas horas el llamamiento al boicot ardía en redes sociales. «Tenemos la bendición de tener un líder como el presidente Trump, que es un constructor, igual que lo fue mi abuelo», dijo delante de Trump. «Rezamos por nuestros líderes, por nuestro presidente y para que nuestro país continúe prosperando y creciendo».

Las palabras de Unanue fueron dentro del acto de presentación de la Iniciativa para la Prosperidad Hispana, una orden ejecutiva del presidente para, según las palabras de Trump, «expandir nuestros esfuerzos» para «proporcionar oportunidades educativas y económicas a los hispanos de EE.UU.».

La iniciativa llega en un momento en el que la pandemia de Covid-19 ha golpeado a la minoría hispana con más fuerza que a nadie y a menos de cuatro meses de la cita con las urnas para su reelección. Según las encuestas, solo el 25% del voto hispano apoya a Trump. Es un electorado que podría alinearse con el presidente -pone énfasis en la economía y hay sectores conservadores en lo social- pero que del que le ha distanciado desde su ascenso al poder su retórica y políticas anti-inmigrantes.

En un momento en el que la presión desde la izquierda obliga a las compañías a posicionarse en cuestiones como los abusos a la minoría negra -por ejemplo, con el boicot de anunciantes a Facebook-, el apoyo de Unanue a Trump ha sido respondido con furia por algunos sectores. «Boicot a Goya» y «Adiós a Goya» se compartían en redes sociales, junto con vídeos en los que los usuarios tiraban sus productos a la basura.

Entre los promotores, políticos hispanos de gran peso. Alexandria Ocasio-Cortez, una de las voces más influyentes del sector izquierdista del partido demócrata, aseguraba en Twitter que estaba mirando «cómo hacer tu propio adobo», en una referencia a que ya no compraría el condimento de Goya. Julián Castro, excandidato presidencial y secretario de Vivienda con Barak Obama, animaba a los estadounidenses a «pensárselo dos veces antes de comprar sus productos».

La plataforma United We Dream, formada por activistas hispanos jóvenes, pidió se sumó al boicot porque Unanue «ha alienado la marca de Goya con la agenda supremacista blanca de Trump».

El cocinero español José Andrés, una voz de gran influencia social y política en EE.UU., no llegó a sumarse al boicot pero sí fue duro con las palabras de Unanue. «El presidente Trump ha dejado hambrientos a latinos y a muchos estadounidenses. Metió en jaulas a niños latinos. Se olvidó de la comunidad latina en la pandemia. Llamó violadores a los mexicanos. ¿Estamos bendecidos? Yo creo que los latinos han sido maltratados».

Respuesta republicana

El boicot fue contestado por sectores republicanos con un llamamiento a comprar Goya, lo que acabó en paradoja: una puertorriqueña del Bronx como Ocasio-Cortez decía que no compraría más y un anglo que no distingue un frijol de una habichuela, como el gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, prometía llenar su despensa con sus latas.

«No voy a pedir perdón», aseguró después Unanue en una entrevista en Fox News. «No dije que no a los Obama y tampoco al presidente Trump», dijo sobre su visita a la Casa Blanca. Trump no faltó al debate, con un mensaje escueto en Twitter, que sonaba a victoria: «Amo a Goya».

Fuente: ABC